A pie de calle, “Malditos deberes” presentado por Jesús Cintora

Que el sistema educativo en nuestro país no funciona es una obviedad. Los motivos pueden ser varios y de muy diferente índole. El programa de Jesús Cintora, A pie de calle, en el que analiza la situación de la educación infantil con “Malditos deberes” muestra una realidad parcial, e incluso, me atrevería a decir, muy superficial. Os comento brevemente algunos aspectos del programa que me han llamado la atención.
Cuestionar la utilidad de los deberes en los términos que lo hace Jesús Cintora es demagógico.Padres estresados porque cada día están dos horas sentados con sus hijos haciendo los deberes y mi pregunta es ¿por qué? La respuesta de una de las madres entrevistadas es demoledora ya que contesta: “(…) si la dejara tendría una hora más y como no creo en los deberes, ya dos me parece excesivo, pues dejarla que haga tres (horas) me parece una incongruencia (…)”, lo que tal vez no se ha planteado esa madre es que quizá si dejara a su hija pensar por sí misma, sin tener alguien que a cada paso le dice lo que tiene que hacer, esa hora de más se convertiría en una hora de menos.
En el Colegio Manuel Nuñez de Arenas, en Vallecas, hay una corriente de profesores españoles que apuesta por otra educación donde los libros de texto y los deberes pierden protagonismo. “Nuestros chavales en 3º de primaria todos saben leer, escribir y comprender lo que leemos”, Isabel Vizcaíno, profesora de este colegio. En primer lugar, me gustaría discrepar de esta afirmación,ya que no todos los alumnos saben leer, no todos los alumnos saben escribir y mucho menos todos los alumnos comprenden lo que leen. Si no aceptamos que existen problemas de base es difícil solucionarlos. Estamos en un centro en el que, según dicen, abogan por la innovación, cosa que yo no discuto, ya que desconozco el cambio pedagógico al que aspiran, pero desde luego no queda reflejada esta innovación en el documental. Realizan asambleas buscando la participación del alumnado como responsable de las decisiones del centro, cosa que no me parece muy innovadora ya que esa práctica se lleva realizando desde hace mucho tiempo en muchos centros. Un juego que utilizan para aprender a sumar y restar es mediante el uso de palillos, y si a eso le llaman innovación pues no sé si hay mucha diferencia con los ábacos de antaño. Vamos, que el cambio metodológico del que hacen gala, al menos en este documental, brilla por su ausencia. Además, mandan deberes solo “cuando son necesarios y tienen un objetivo”, mi pregunta en este punto es ¿hay algún docente que mande deberes cuando no son necesarios y sin ningún objetivo?
Algunos representantes políticos también forman parte de este documental, aportan algunas propuestas y es curioso, que la mayoría de ellas sean comunes a los cuatro partidos que intervienen y que por alguna extraña razón, no se haya llegado a un pacto de gobierno para hacer una Ley de educación. Claro que, al final de este encuentro, nos queda el mismo sabor de boca de siempre, es decir, el “y tú más” y creo que lo único que faltó fue “¿y la europea?
Obviamente, me he dejado algunas cosas en el tintero porque considero que no aportan mucha luz a la cuestión del funcionamiento del sistema educativo español. No quisiera terminar este breve análisis sin hacer una mención a César Bona que nos da una visión de la educación enfocada al alumno como individuo y como parte de la colectividad, enseñar también implica aprender porque todo individuo tiene algo que ofrecer a la sociedad.

M.B.

El Quijote: Intención del autor

Miguel de Cervantes, dejó absolutamente manifiesta la intención que tenía al escribir esta obra: “Cuanto más que, si bien caigo en la cuenta, este vuestro libro no tiene necesidad de ninguna cosa de aquellas que vos decís que le falta, porque todo él es una invectiva contra los libros de caballerías,




de quien nunca se acordó Aristóteles ni dijo nada San Basilio ni alcanzó Cicerón.”Pretende acabar con los libros de caballerías para dar inicio a algo nuevo, a una literatura más verosímil: “Y pues ésta vuestra escritura no mira a más que a deshacer la autoridad y cabida que en el mundo y en el vulgo tienen los libros de caballerías, no hay para qué andéis mendigando sentencias de filósofos, consejos de la Divina Escritura.” La forma en que pretende conseguir su objetivo será recurriendo al ideal clásico del instruir deleitando: “Procurad también que, leyendo vuestra historia, el melancólico se mueva a risa, el risueño la acreciente, el simple no se enfade, el discreto se admire de la invención, el grave no la desprecie ni el prudente deje de alabarla. En efecto, llevad la mira puesta a derribar la máquina mal fundada de estos caballerescos libros, aborrecidos de tantos y alabados de muchos más; que, si esto alcanzásedes, no habríades alcanzado poco.” 

La parodia permite a Cervantes mofarse de los libros de caballerías. Las burlas llevadas a cabo por algunos comentarios puestos en boca de varios personajes, y su personaje principal, un cincuentón destartalado y con el juicio distraído por lecturas poco cercanas a la realidad, consiguen un efecto inmediato, la risa de sus contemporáneos. Y es sabido que sus coetáneos vieron en la obra de Cervantes un libro de humor y  que disfrutó de fama inmediata.
Para algunos críticos el propósito de Cervantes debió ser más profundo y ambicioso, ya que la obra muestra una estructura perfecta donde hay un plan previamente establecido y la conciencia de hacer algo nuevo y de grandes dimensiones. Es posible que Cervantes quisiera romper con esa tradición literaria de los libros de caballerías, inverosímiles en su mayoría, y aportar realidad a través de la parodia de los mismos. Con su obra consigue plasmar la realidad del momento histórico en el que vive, hacer una crítica sin paliativos de esa época y mantener una modernidad que dura hasta nuestros días.
Cabe la posibilidad, también, como creen otros críticos, que su proyecto inicial fuese hacer una “novela ejemplar”, y que en el desarrollo de la misma se fuese desviando hacia un proyecto más extenso y que la intervención de un personaje como Sancho Panza, le ofreciera otras perspectivas a la obra mucho más ambiciosas, ya que, con Don Quijote y Sancho Panza, Cervantes, tenía el binomio perfecto para crear esa ambigüedad, entre realidad y locura, que domina toda la obra.
En el fondo, no importa demasiado la intención, lo importante en este caso es el resultado obtenido porque El Quijote cambia el concepto que se tenía hasta ese momento de la obra literaria e influye en la tradición literaria posterior. Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que esta obra marca un antes y un después en la literatura, no solo de nuestro país, sino en la literatura universal.

 

M.B.

¿Cuánto mide el mundo? Daniel Kehlmann

Establecer las medidas de todas las cosas, seguramente es una tarea, quizá no imposible, pero sí, apta solo para unos pocos. En La medición del mundo, Daniel Kelhmann, muestra la vida de dos científicos, Alexander von Humboldt y Carl Friedrich Gauss. Unidos por el interés de medirlo todo. El principio de la historia se sitúa en Berlín en 1828 cuando estos dos científicos acuden al Congreso de Naturalistas. Allí se conocen y se inicia un colaboración en la investigación del campo magnético terrestre. Dos personas interesadas por un mismo proyecto que resulta enfocado de formas muy diferentes: la teoría y la práctica, pero a la vez complementarias.




El encuentro de estos dos personajes históricos posibilita la visión dual del mundo, aquel que lo contempla y lo estudia de forma teórica y aquel que se introduce en él y lo vive desde la propia experiencia. Parecen posiciones contrarias pero nada más lejos de la realidad, son posiciones que se complementan y se necesitan. A través de su visión científica del mundo vemos a la persona detrás del personaje histórico y todo lo que ello conlleva. La dificultad para relacionarse con los demás, la particular relación familiar que establecen y en definitiva, su forma de relacionarse con el mundo que los rodea.
Viven con pasión su trabajo y nada llena sus vidas como esa dedicación. Es la pasión en estado puro, es dedicar toda una vida a esas ideas que hacen que no se detengan nunca en su propósito.Y esta pasión no es más que un intento de conocer mejor el mundo, de saber cómo funciona y de poder responder algún porqué. El mundo se queda pequeño entre sus manos porque el conocimiento es infinito y además, es un trabajo colectivo y continuo. Muere el individuo pero sigue el conocimiento.
El libro es ameno, interesante y con mucha realidad. Los capítulos van alternando la vida de estos personajes históricos, de manera que después de la tranquilidad del estudio teórico podemos disfrutar de la experiencia, en última instancia de la aventura. Gauss, excéntrico, pero apasionado y apasionante, es el genio al que nada se le resiste en matemáticas, pero esa fuerza que proyecta en la ciencia le falta en su vida personal. Es un amante descuidado, un marido convencional y un padre sin convicción. Por su parte Humboldt, sacrificó su vida personal por considerar que no era compatible con la profesional, demasiados años viajando por el mundo. En esos viajes mostró la faceta más aventurera del naturalista, y en muchas ocasiones, la más humana. Incansables en su búsqueda del conocimiento de todo aquello que nos rodea.
Dos personajes tan dispares pero a la vez tan parecidos, y con la suerte de coincidir en el tiempo, proporcionan al autor de este libro, material suficiente para convertir en literatura un momento histórico. Te deslizas entre las palabras, como si la página fuera una pista de patinaje, con una suavidad solo interrumpida en el momento en que el trasero toca el frío hielo, y entonces te detienes, comprendes esa parte de la ciencia que a algunos se nos escapa, y volvernos a ponernos en pie para continuar patinando.
Es un paseo por la vida. Medir el mundo es medir al individuo, llegar a los límites y superarlos de nuevo. La medición del mundo es el viaje interior del ser y el viaje exterior que nos sitúa en un lugar determinado. Contemplación y experiencia son las dos caras de una misma moneda: la ciencia.

M.B.