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OPOSICIONES: Realismo y universalidad: don Quijote y Sancho Panza





Según Martí de Riquer Sancho Panza es el personaje que mejor representa el realismo español en la novela ya que es una mezcla de sentencias, agudezas, chistes y cuentos, en definitiva, se concentra en este personaje lo mejor de la ciencia popular y tradicional. Según este crítico el realismo español es sobretodo psicológico, es una representación absoluta del alma del hombre de su tiempo y por extensión el alma del hombre universal. LEER MÁS…

OPOSICIONES: ¿Son pertinentes o no las «novelas interpoladas» en el Quijote?




Son muchos los críticos que han discutido la pertinencia de las ‘novelas interpoladas’ en el Quijote. De hecho, Miguel de Cervantes en los capítulos III y XLIV de la obra de 1615 alude a esta cuestión y deja zanjado el tema diciendo que en la segunda parte ha dejado de intercalar novelas externas, ajenas al argumento o a la acción de la obra y “pide no se desprecie su trabajo, y se le den alabanzas, no por lo que escribe, sino por lo que ha dejado de escribir.” En cierta medida Cervantes juega con el lector al introducir la realidad en la ficción y con ello consigue volver a introducir la ficción en la ficción, es decir, vuelve a situarse en la metaliteratura. Ahora ya no necesita intercalar novelas porque ya tiene el Quijote de 1605 con lo cual adquiere una sensación de realidad muy superior a la realidad conseguida en la primera parte. Toda la obra gira en torno a lo que es real y lo que no lo es, y en ese juego la metaliteratura le permite situar a su personaje a un lado o al otro del espejo. Su personaje es ficticio y real al mismo tiempo, y su realidad es desfigurada y real. En definitiva, todo es un juego de realidades.

Uno de los críticos que apoyaría que las interpolaciones son una forma de aumentar la ilusión de realidad por parte de Cervantes es Vicente Gaos y por ello, justifica su uso diciendo que Cervantes dota a sus personajes de la independencia de los seres de carne y hueso. El autor del Quijote consigue de esta manera que los personajes de su novela sean al mismo tiempo sujetos y objetos de ficción. Siguiendo la tesis de Vicente Gaos donde dice “la unidad estriba para él en la verdad psicológica, no en la acción.” comprendemos que la intención de Miguel de Cervantes es ofrecer una visión total de la vida, a través de la “ironía universal” que impregna toda su obra y la convierte en un recurso de su arte.

Teniendo en cuenta lo expuesto anteriormente, podemos decir que se percibe que Cervantes no cambia la técnica de interpolar novelas ni reconoce ningún error, más bien lo que hace el autor del Quijote es reafirmarse en esa técnica e interporlar la primera parte de su novela dentro de la segunda, de manera que la realidad y la ficción quedan difuminadas.

M. B.

El Quijote: Intención del autor

Miguel de Cervantes, dejó absolutamente manifiesta la intención que tenía al escribir esta obra: “Cuanto más que, si bien caigo en la cuenta, este vuestro libro no tiene necesidad de ninguna cosa de aquellas que vos decís que le falta, porque todo él es una invectiva contra los libros de caballerías,




de quien nunca se acordó Aristóteles ni dijo nada San Basilio ni alcanzó Cicerón.”Pretende acabar con los libros de caballerías para dar inicio a algo nuevo, a una literatura más verosímil: “Y pues ésta vuestra escritura no mira a más que a deshacer la autoridad y cabida que en el mundo y en el vulgo tienen los libros de caballerías, no hay para qué andéis mendigando sentencias de filósofos, consejos de la Divina Escritura.” La forma en que pretende conseguir su objetivo será recurriendo al ideal clásico del instruir deleitando: “Procurad también que, leyendo vuestra historia, el melancólico se mueva a risa, el risueño la acreciente, el simple no se enfade, el discreto se admire de la invención, el grave no la desprecie ni el prudente deje de alabarla. En efecto, llevad la mira puesta a derribar la máquina mal fundada de estos caballerescos libros, aborrecidos de tantos y alabados de muchos más; que, si esto alcanzásedes, no habríades alcanzado poco.” 

La parodia permite a Cervantes mofarse de los libros de caballerías. Las burlas llevadas a cabo por algunos comentarios puestos en boca de varios personajes, y su personaje principal, un cincuentón destartalado y con el juicio distraído por lecturas poco cercanas a la realidad, consiguen un efecto inmediato, la risa de sus contemporáneos. Y es sabido que sus coetáneos vieron en la obra de Cervantes un libro de humor y  que disfrutó de fama inmediata.
Para algunos críticos el propósito de Cervantes debió ser más profundo y ambicioso, ya que la obra muestra una estructura perfecta donde hay un plan previamente establecido y la conciencia de hacer algo nuevo y de grandes dimensiones. Es posible que Cervantes quisiera romper con esa tradición literaria de los libros de caballerías, inverosímiles en su mayoría, y aportar realidad a través de la parodia de los mismos. Con su obra consigue plasmar la realidad del momento histórico en el que vive, hacer una crítica sin paliativos de esa época y mantener una modernidad que dura hasta nuestros días.
Cabe la posibilidad, también, como creen otros críticos, que su proyecto inicial fuese hacer una “novela ejemplar”, y que en el desarrollo de la misma se fuese desviando hacia un proyecto más extenso y que la intervención de un personaje como Sancho Panza, le ofreciera otras perspectivas a la obra mucho más ambiciosas, ya que, con Don Quijote y Sancho Panza, Cervantes, tenía el binomio perfecto para crear esa ambigüedad, entre realidad y locura, que domina toda la obra.
En el fondo, no importa demasiado la intención, lo importante en este caso es el resultado obtenido porque El Quijote cambia el concepto que se tenía hasta ese momento de la obra literaria e influye en la tradición literaria posterior. Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que esta obra marca un antes y un después en la literatura, no solo de nuestro país, sino en la literatura universal.

 

M.B.